El proyecto, elaborado por el Ing. Osvaldo Rosales Sadud, docente de la Facultad de Ingeniería de la UPSA, cita un estudio de 2011 del geofísico estadounidense Benjamin Brooks, de la Universidad de Hawai, que alerta sobre la acumulación de energía en la falla de Mandeyapecua, que de ese modo se convierte en una fuente potencial de movimientos sísmicos de magnitud entre 8 y 9 grados en la escala de Richter.
Los movimientos telúricos recientes en el área de influencia de la falla de Mandeyapecua (Abapó, Arani, Warnes, Mairana, Padilla) se han dado a profundidades de 35 a 45 km, y estos sismos denominados de corteza son un peligro mayor que los originados a cientos de kilómetros de profundidad.
La red de monitoreo existente en el país cuenta con estaciones en el extremo este y extremo oeste del país, empero hay un vacío en el que justamente se encuentra la falla de Mandeyapecua, lo que justifica ampliar el monitoreo, explicó el Ing. Rosales.
Por su parte Enrique Bruno, Secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, indicó que «como autoridades tenemos que cumplir el rol de prevención, para ir trabajando en esta temática. No se trata de causar alarma, sino de trabajar a futuro, esa es nuestra labor como emergencistas».