En la justificación del proyecto, el Ing. Rosales citó un estudio de 2011 del geofísico estadounidense Benjamin Brooks, de la Universidad de Hawai, que alerta sobre la acumulación de energía en la falla de Mandeyapecua, que de ese modo se convierte en una fuente potencial de movimientos sísmicos de magnitud entre 8 y 9 grados en la escala de Richter.
Los movimientos telúricos recientes en el área de influencia de la zona de Mandeyapecua (Abapó, Arani, Warnes, Mairana, Padilla) se han dado a profundidades de 35 a 45 km, y estos sismos denominados de corteza son un peligro mayor que los originados a cientos de kilómetros de profundidad.
La red de monitoreo existente cuenta con estaciones en el extremo este y extremo oeste del país, empero hay un vacío en el que justamente se encuentra la falla de Mandeyapecua, lo que justifica ampliar el monitoreo, explicó el Ing. Rosales.
La propuesta fue presentada ante representantes de entidades locales como la Gobernación y el Gobierno Autónomo Municipal, además de docentes de la UPSA.